Esta fue la primera boda del año 2020 y nada, a esa altura del año, anunciaba todo lo que íbamos a tener que vivir en los meses venideros.
Con la buena sintonía que les caracteriza y con los que siempre me sentí partícipe, Miriam y Jorge organizaron, con la ayuda de las chicas de Tul y Chocolate, una boda espectacular.
La finca elegida fue El Bancalito, cerca de las Salinas de Torrevieja, un enclave rodeado de naranjos y limoneros.
Para recibir a los invitados, los chicos contrataron una banda de música cubana que aportó una energía especial al evento, pura fiesta y celebración de principio a fin.